Todos los atributos de la democracia, como la libertad de expresión, tienen la cualidad de que se desarrollan en sociedad, no pueden adaptarse únicamente a nuestras afinidades particulares. La democracia no es un traje a medida y capricho. Por eso existe una cesión a la hora de ejercer nuestros derechos democráticos, y esa cesión ha de ser para nosotros voluntaria y soportable. Lo contrario es este infantilismo voluntarista de ni siquiera admitir ideas distintas a las nuestras, a lo que se suma esa brutalidad de alegrarnos cuando la violencia la sufren los otros.

Eduardo Luis Junquera Cubiles.