En los barrios más pobres de Madrid proliferan las casas de apuestas. Tras el nuevo auge inmobiliario, acaparado en parte por los fondos buitre, este es el sector económico que más crece en la capital, casi un 16% en el último año. Desde 2014, el negocio ha triplicado su volumen. En un tramo concreto de la calle Alcalá, el que va de Quintana a Ciudad Lineal, hay un local cada 90 metros, la mayoría de ellos se abren cerca o incluso frente a colegios, con la idea de captar a los adolescentes para que se aficionen al juego desde edades tempranas. Lo mismo sucede en la calle Bravo Murillo, en el barrio de Tetuán: en el espacio entre las estaciones de metro de Cuatro Caminos y Valdeacederas existen 16 casas de juego. Los barrios con menos poder adquisitivo son el lugar elegido por los dueños de estos negocios porque allí los alquileres son más baratos y porque la problemática social y familiar incentiva en los jóvenes la idea de obtener un dinero fácil. Las asociaciones de vecinos denuncian que una de las formas de atraer a los menores es ofreciendoles comida y bebida gratis. Los distritos madrileños que más sufren este problema son Carabanchel, Tetuán, Vallecas y Usera, seguidos a corta distancia de Ciudad Lineal. Como antes decía, algunos locales de juego se encuentran al lado de escuelas, algo perfectamente legal.

        Irónicamente, en el área de la calle Alcalá más afectada por el crecimiento de las casas de apuestas tiene su sede la Asociación para la Prevención y Ayuda al Ludópata (APAL), que ha pedido al Gobierno de la Comunidad de Madrid-esta cuestión depende de los gobiernos autonómicos, no de los ayuntamientos-que ningún local esté a menos de 500 metros de los colegios y centros de ayuda, y que entre dos negocios de juego exista una separación de al menos un kilómetro. La legislación actual prohíbe la entrada de menores a este tipo de locales, pero no se cumple en la práctica, según denuncian las asociaciones de afectados por el juego. Como ocurre siempre en nuestro país, la nueva legislación afectaría a la apertura de nuevos negocios, pero no a las licencias ya concedidas. La nueva normativa que pretende aprobar el Gobierno de Madrid no contempla considerar la ludopatía como enfermedad grave ni tampoco regular la publicidad, con lo que la eficacia de estas leyes para prevenir el juego en los jóvenes será limitada, dado el constante aumento de la propaganda de apuestas en eventos deportivos. Me temo que el problema está solo en su fase inicial, pero algunos sociólogos que lo están investigando han detectado entre los jóvenes y adolescentes un aumento de los pequeños robos, y entre los adultos la solicitud de varios créditos con los que pagan las deudas contraídas para seguir jugando. La edad media de las personas atendidas en los centros de rehabilitación ha pasado de los 40-50 años a los 18-21 años, y la mayoría declaran haberse aficionado al juego antes de la mayoría de edad. Los más jóvenes apuestan sobre todo por internet y son menos propensos a utilizar las máquinas tragaperras.  

        El Real Madrid firmó en 2010 un acuerdo de patrocinio con Bwin, y desde entonces las casas de apuestas se han convertido en patrocinadores principales o secundarios de todos los clubes de primera a excepción de la Real Sociedad. B365 patrocina a diez clubes de La Liga; Betfair patrocina al Sevilla y al Barcelona; Codere al Real Madrid; Bwin al Valencia y al Atlético de Madrid; Betway patrocina al Alavés, al Levante y al Leganés; y MarathonBet al Girona. El patrocinio de los clubes de fútbol ha supuesto una manera de edulcorar un problema que afecta gravemente a miles de familias. La problemática de Madrid en cuanto al juego y a la proliferación de las casas de apuestas se puede extrapolar a cualquier otra región de España.

        Cejuego, la patronal del juego privado en España, es una asociación que realiza actividades de lobby para favorecer a esta industria. En 2018, Cejuego mantuvo reuniones con al menos 96 políticos de nuestro país con el fin de beneficiar sus intereses. El pasado año se produjeron cambios de regulación en varias regiones ante la preocupación por el aumento en el número de locales dedicados a las apuestas. Tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como Unidos Podemos se comprometieron a aprobar una regulación de los juegos de azar y en línea semejante a la del tabaco. Las reuniones entre Cejuego y algunos políticos se mencionan en el informe de cuentas anual de una de las principales empresas del sector, Codere, que fue entregado en febrero de este año a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Con el fin de mejorar su imagen, Cejuego contrató a finales de 2018 los servicios de la agencia Llorente&Cuenca. Algunos exministros de gobiernos del Partido Popular como Rafael Catalá o Pío Cabanillas han tenido importantes vínculos con Codere, mientras que el exdiputado popular, Andrés Ayala, ha estado relacionado con la empresa de juegos y apuestas Orenes.

Eduardo Luis Junquera Cubiles.